¿Qué es el asset allocation?
El concepto de asset allocation puede definirse como la estrategia por la que un inversor decide cómo distribuir sus inversiones entre las diferentes clases de activos financieros que existen. A la hora de planificar sus inversiones, el inversor tendrá que tener en cuenta qué cantidad de dinero destinará a renta fija, cuánta a renta variable o si preferirá adquirir activos inmobiliarios o activos de sectores industriales específicos o países concretos.
¿Por qué es importante la distribución de activos?
El asset allocation consiste, como se ha mencionado anteriormente, en distribuir tu compra de productos financieros con el objetivo de sacar el máximo partido a los distintos tipos de inversiones. A través de este proceso se podrá reducir notablemente el riesgo de sufrir pérdidas, distribuyendo tu capital entre activos de alto y bajo riesgo, al tiempo que mantienes cierta rentabilidad.
Una de las formas de reducir los riesgos y obtener más beneficios a largo plazo es invertir en productos financieros no relacionados, dado que si lo están, sus movimientos en la bolsa serán similares. Además, si se diversifica en distintos tipos de activos, esto ayudará a reducir la volatilidad media de tus inversiones. No obstante, el nivel de correlación entre ellos puede cambiar de acuerdo a las circunstancias por lo que será importante ir gestionando la cartera durante todo el horizonte de la inversión.
Un ejemplo claro de la importancia del asset allocation se plasma en un estudio de 1986. Según este estudio sobre la asignación de activos en fondos de pensión se mostró que la asignación era la causa de más del 90% de tasa de retribución, independientemente del tiempo o periodo y de los activos seleccionados. Como se puede observar, la diversificación es un seguro para tus inversiones frente a imprevistos.
Los activos financieros como punto de partida
Como se ha mencionado anteriormente, para la distribución de las inversiones se debe tener en cuenta los tipos de activos financieros que existen pero, ¿qué es son activos financieros? Son instrumentos financieros que otorgan a su comprador el derecho a recibir unos ingresos futuros por parte del vendedor (emisor) que suele ser una entidad financiera, un Estado o una institución de diverso tipo.
Clasificación de los activos financieros
El mundo de los activos financieros es enorme y está en constante evolución. La amalgama de productos que puedes encontrar en el mercado y las formas de adquirirlos son enormes. Aun así, los principales activos existentes son los siguientes:
Acciones
Representan partes alícuotas del capital de una sociedad anónima. El que adquiere acciones (aunque sea solo una), se convierte en accionista y adquiere 4 derechos: solicitar información, asistir y votar en la junta de accionistas, participar de los resultados de la sociedad y comprar más acciones si el capital base se amplía. Son dos las formas de obtener dinero mediante ellas: por variaciones en el precio de las acciones en los mercados y por el reparto de dividendos por parte de la empresa.
Fondos de Inversión
Instrumento de ahorro que aglutina las aportaciones hechas por un número de personas (los partícipes) que quieren invertir sus ahorros. El conjunto de todas estas aportaciones individuales se invierte en diversos instrumentos financieros que componen el fondo de inversión.
Planes de pensiones
Son productos de ahorro a largo plazo que tienen un carácter finalista, es decir, están diseñados para cubrir determinadas contingencias, principalmente la jubilación. Tienen carácter privado y son complementarios a las jubilaciones públicas.
Letras de Deuda Pública
Son títulos de renta fija a corto plazo, normalmente a 3, 6, 9 y 12 meses, emitidos al descuento (su valor de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso o vencimiento) que hacen referencia a una parte de la deuda emitida por una institución pública. Al ser valores emitidos al descuento, su precio de adquisición puede ser inferior o superior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso
Bonos de Empresas
Son muy similares a las Letras de Deuda Pública, solo que en esta ocasión los títulos son de deuda emitida por empresas privadas. Estos bonos, a diferencia de los públicos, suelen ser considerados de mayor riesgo dado que es más improbable que un Estado llegue a la bancarrota a que lo haga una empresa.
Bonos Convertibles
Hace referencia a todo aquel bono que tiene la posibilidad de convertirse en acciones. Es decir, confieren un derecho al propietario del bono a cambiar sus bonos por acciones en una fecha determinada.
Rasgos de los distintos activos financieros
A lo hora de elegir en qué tipo de producto invertir tu dinero, es imprescindible conocer las 3 características fundamentales de cualquier producto financiero, que son: liquidez, rentabilidad y riesgo.
- Liquidez: Hace referencia a la capacidad del activo en convertirse en dinero. Los activos pueden dividirse en activos corrientes (dicha liquidez se produce en un plazo inferior a un año) o no corriente ( se espera una liquidez a largo plazo).
- Rentabilidad: Expresa la capacidad de generar ganancias que tiene un activo, y en función de esta característica, estos pueden dividirse en activos de renta fija (no muy elevada rentabilidad espera pero poco riesgo) o variable (alta rentabilidad esperada y alto riesgo).
- Riesgo: Consiste en la posibilidad de pérdidas de dinero al invertir en un activo. Existen 3 subtipos de riesgo: riesgo de mercado (incapacidad de vender el activo en el mercado), riesgo de liquidez (imposibilidad de convertir el activo en dinero) y riesgo de crédito (una de las partes de un contrato financiero no asumen sus obligaciones de pago).
El proceso del asset allocation
Una vez conocidas las ventajas e inconvenientes de cada tipo de producto, el siguiente paso es asignar los activos que tengamos de la manera que consideremos más adecuada para nuestros intereses. Este proceso tiene 3 fases:
1. Elegir la clase de activos que se van a escoger.
En función de la complejidad que busquemos, se atenderá a una división más sencilla de activos, agrupándolos en una cantidad pequeña de grupos (ej.:acciones, bonos y efectivo), o elaborar una clasificación más compleja entre los distintos tipos de activos que pensamos adquirir (ej.: bonos de la UE, bonos americanos, acciones del DAX alemán y del IBEX 35).
2. Determinar la combinación de clases de activos que mejor encajen con los objetivos y las limitaciones individuales del inversor.
Es decir, se debe escoger qué cantidad de nuestros ahorros invertiremos en cada grupo de activos financieros. Por ejemplo, para conseguir nuestro objetivo financiero, lo mejor es invertir el 40% en renta variable de acciones de empresas del IBEX, el 20% en empresas del DAX y el resto en bonos españoles (renta fija).
3. Gestionar la anterior combinación a lo largo del tiempo
Las propias oscilaciones de los mercados financieros hacen que la cartera elaborada inicialmente sufra cambios. Estos cambios pueden desajustar la previsión inicial del óptimo de inversión. Por ello es muy importante que cada cierto tiempo se haga lo que se denomina rebalanceo. El rebalanceo consiste en realinear tu cartera de nuevo a tu asignación de activos óptima y original de acuerdo a tu perfil de inversor.
Aquí aparece la pregunta de cuándo reajustar las carteras de inversión. Si se hace demasiado a menudo, los costes de operaciones aumentarán considerablemente; pero si no se hace con regularidad, puede que la asignación de la cartera se aleje considerablemente del objetivo inicial. Por tanto, una buena planificación depende en gran medida de saber bien medir los tiempos a lo largo del horizonte temporal de la cartera de inversión.
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El mercado es un mecanismo cambiante y en el que se ofertan miles de productos con características muy diversas. Por ello, la necesidad de un asesor financiero que te seleccione los activos más adecuados para tí se hace más que necesaria.
En Finsei, tras obtener tu perfil de riesgo inversor y teniendo el cuenta el horizonte temporal de tus metas , buscaremos la estrategia que mejor se adecue a ti, cambiando y rebalanceando tu cartera de activos y el tipo de inversiones que en consecuencia te recomendamos. Y todo ello solo con unos pocos clicks.
Asset allocation y la protección frente al riesgo
Para nosotros, es más importante darte seguridad en que alcanzarás tus metas a ofrecer mayores rentabilidades futuras que pueden ser complicadas de alcanzarse, dificultando que llegues a tus objetivos a tiempo.
Por ello, el asset allocation que te propondremos siempre seguirá esta filosofía de evitar riesgos innecesarios.
En metas a más corto plazo, tus activos serán distribuidos principalmente en renta fija (menos riesgo aunque de baja rentabilidad) mientras que a medida que el horizonte temporal se amplíe, iremos incluyendo más productos de renta variable. Como tenemos más tiempo, nos arriesgamos algo más en busca de mayores rentabilidades pero siempre con la certeza de que en el momento oportuno, llegarás al objetivo que te propusiste.
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