¿Qué es el horizonte temporal de una inversión?
El horizonte temporal de una inversión es el periodo de tiempo durante el cual el inversor está dispuesto a mantener invertido su capital, sin que se prevea su uso para distinto fin.
El horizonte temporal lo podemos expresar en años, distinguiendo entre el corto, medio y largo plazo:
-
- Corto plazo: menos de 5 años.
- Medio plazo: más de 5 a 10 años.
- Largo plazo: más de 10 años.
El horizonte temporal de tu inversión depende de ti, serás tú quien determine cuánto tiempo quieres tener tu dinero invertido. Pero según cuales sean tus metas financieras, será aconsejable un horizonte temporal diferente.
Por ejemplo, si tu meta es obtener el dinero necesario para pagar la entrada de una casa, un horizonte temporal a medio plazo será el más adecuado; si por el contrario, tu meta es la jubilación lo más lógico será un horizonte temporal a largo plazo. Pero, además, se tendrá que tener en cuenta tu capacidad de ahorro, cuanto mayor sea menos tiempo necesitarás para poder conseguir tu meta financiera.
¿Cómo influye el horizonte temporal en tus inversiones?
El horizonte temporal es una de las variables más importantes de la inversión. Este determinará tu asset allocation; es decir, cómo distribuir las inversiones entre los diferentes activos financieros. Realizar un asset allocation acorde a tu horizonte temporal y modificarlo según se va acercando la fecha de vencimiento, dará sentido común a tus inversiones.
- A corto plazo será recomendable que todo o prácticamente todo el dinero invertido esté en activos renta fija. En caso de invertir en renta variable a corto plazo, si no quieres sufrir sustos, deberás invertirlo en activos que presenten muy poca volatilidad.
- A medio plazo podremos ser más atrevidos e invertir parte del dinero en renta variable que nos proporcione mayor rentabilidad; si bien, esta no debe predominar en tu cartera.
- A largo plazo, en cambio, tu cartera podrá tener mayor proporción de renta variable. Esta proporción dependerá de tu aversión al riesgo.
Como podemos deducir de lo anterior, el horizonte temporal, también afecta a la rentabilidad obtenida dado que, invertir en renta variable proporcionará más rentabilidad que hacerlo en renta fija; por tanto, con un horizonte temporal a corto o medio plazo obtendremos menor rentabilidad que con un horizonte a largo plazo. Pero no solo eso sino que, a medio y largo plazo el efecto del interés compuesto es mucho mayor.
Si, por ejemplo, dada una rentabilidad anual media del 8%, invertimos 1.000 euros a los dos años tendremos: 1.166,4 euros mientras que, si invertimos este mismo dinero a largo plazo, a 15 años, obtendremos: 3.172 euros, un 36% más. Pero como hemos dicho antes, a corto plazo, no se obtendrá la misma rentabilidad que a largo; por lo que esta diferencia será mucho mayor.
No obstante, el horizonte temporal no solo afecta a tu asset allocation y por consecuencia a tu rentabilidad, sino también afecta al modo de invertir. En inversiones a corto plazo, normalmente, los inversores suelen dejarse llevar más por sus emociones lo que muchas veces lleva a cometer errores y perder dinero. En cambio, en un plazo más largo, nuestro comportamiento será mucho más racional.
Invertir a largo o medio plazo nos reporta más beneficios, por lo que lo mejor será empezar cuanto antes a planificar tus metas e invertir.