Muchos de estos compromisos son responsabilidades ineludibles cuya sucesión puede provocarnos estrés y ansiedad por hacer frente a estos gastos. En este post te contaremos sobre el estrés financiero, cómo sobrellevarlo, tratarlo y evitarlo.
El Estrés Financiero
El estrés es factor omnipresente en la sociedad en la que vivimos. Desde los plazos por cumplir tanto en trabajo como estudios hasta la inmediatez en las comunicaciones, habitamos un mundo gobernado por la velocidad y la brevedad. En muchas ocasiones podemos sentirnos ahogados y presionados por hacer lo que se espera de nosotros descuidando en el camino nuestra salud.
Este fenómeno también ocurre en el ámbito financiero. Hay épocas repartidas a lo largo del año, que exigen un esfuerzo económico para el que tal vez no te sientas preparado. Preguntas tales como “¿Cómo podré llegar a fin de mes?” o “¿Cómo hacer frente a este gasto imprevisto?” aparecen acompañadas de afirmaciones semejantes a “No puedo ahorrar” o “Mi sueldo no me permite independizarme”.
El estrés, en todas sus facetas, puede ser altamente perjudicial: insomnio, angustia, taquicardia, agotamiento… Por ello, una situación financiera compleja puede afectar gravemente a la salud mental de quien la sufre. Existen diversas razones que te pueden desembocar a estas circunstancias. Una de las principales causas sería una mala gestión económica, con gastos inesperados y endeudamiento excesivo. Otra es tener un salario bajo cuando el coste de vida es elevado.
“En cualquiera de estos casos lo que vemos en el paciente a nivel emocional es un conjunto de síntomas como preocupación, tristeza, irritabilidad, culpa, o desánimo, y todo esto acaba afectando también a sus relaciones con los demás, tanto en el área familiar como social, y a su autoestima”
Patricia Sánchez Merino, psicóloga de Centro TAP Tratamiento Avanzado Psicológico.
Tratamiento y Prevención
Para tratar y prevenir el estrés financiero es vital evaluar la situación:
- Identificar mediante la observación y el contraste de síntomas si sufre este estrés. Como suele ser complicado aconsejamos que asistas a un especialista para comprobarlo.
- Valorar la situación y encontrar la razón, el motivo de ese estrés financiero.
- Repasar y comprobar tu salud financiera.
- Estudiar los posibles ajustes, planear y hacer un presupuesto al que ceñirse.
La comunicación es clave para este proceso. Ocultar tus problemas genera más estrés, pues ya no es solo la situación financiera, sino que a esta se le suma la culpa por no ser sinceros y la imposibilidad de desahogarse. Es necesario ajustar nuestro nivel de vida a nuestros ingresos, ya sea reduciendo los gastos o aumentando la renta, con un mayor salario o invirtiendo.
“La clave para evitar el estrés financiero es previamente calcular el presupuesto de gastos que puedo tener para verdaderamente disfrutar de ello, porque unos gastos por encima de lo que nos podemos permitir generará a medio y largo plazo preocupación, angustia, y desánimo. Además, tratar de ahorrar todos los meses para poder hacer este extra en las fechas señaladas será de gran ayuda” Patricia Sánchez Merino
Cómo afrontar la “cuesta de enero”
Para sobrellevar la llamada “cuesta de enero” es necesario anticiparse y trabajar en una planificación y un presupuesto.
- Planificación: sé previsor he intenta no gastar demás. Puede sonar imposible, pero si tienes un plan que prevea cuáles serán tus gastos y lo sigues puedes lograrlo. En otro artículo hemos hablado ya de la importancia de la planificación financiera.
- Presupuesto: para efectuar tu plan necesitarás un presupuesto que incluya todo el desembolso previsto de manera que, respetandolo y controlándolo, se mitigará esa “cuesta de enero”.
En caso no haber podido planificar y presupuestar con antelación, puedes seguir los siguientes pasos:
- Hacer un presupuesto. Por ejemplo, en F tenemos una plantilla para que puedas iniciar tu presupuesto.
- Incluir en el presupuestos solo gastos necesarios y obligatorios
- Controlarlo de forma estricta.
- Vigilar los pagos que no sean con efectivo.
- Eliminar compras innecesarias.
- Comparar precios antes de comprar.
- No endeudarse para financiarse.
Para hacer el presupuesto es necesario clasificar nuestros gastos entre fijos, necesarios y ocasionales, reduciendo en gran medida los últimos para así mejorar tus finanzas. Si se da la situación en la que, en el presupuesto, los gastos son superiores a los ingresos, tal vez sea necesario replantear tus objetivos financieros, buscar otra fuente de ingresos o invertir.
Sabemos que prepararse para afrontar estas situaciones no es sencillo y más si el estrés agobia y nubla tu mente. Por ello en Finsei contamos con asesores financieros que te ayudarán en tu planificación para mitigar esa “cuesta de enero”, evitando así el temido estrés financiero.