Por qué es importante ahorrar agua
La factura del agua es uno de los mayores desembolsos mensuales a los que tenemos que hacer frente, junto con la electricidad y la compra de alimentos. Por ello, ahorrar en el consumo de agua supondrá una reducción importante del dinero que deberemos usar para hacer frente a estos gastos domésticos y aumentar el ahorro familiar.
Todo lo que no usemos se podrá utilizar para planificar nuestras metas financieras e invertirlo para sacar el mayor rendimiento posible a nuestros ahorros.
Además, reduciendo el consumo de agua, no solo nos ayudamos a nosotros mismos, sino que apoyamos la lucha contra el cambio climático y la desertificación que ya empieza a afectar a miles de personas por todo el mundo.
Como puedes comprobar, ahorrar agua tiene innumerables beneficios. Sin embargo, es posible que no se te ocurran formas de hacerlo. No te preocupes, en este post te damos varios trucos que te permitirán reducir tu factura de forma importante y con muy poco esfuerzo.
Consejos para ahorrar agua de forma sencilla
10 son los consejos que te proponemos para que sigas a diario en casa. Te dejamos además más trucos aún para ahorrar también en electricidad y en otros hábitos domésticos.
Abrir el grifo solo lo necesario
Es una práctica muy común el no darnos cuenta de cerrar el grifo cuando no es completamente necesario. Esto lleva a que hacemos correr más agua de la cuenta, desperdiciándola. Esto ocurre, por ejemplo, al lavarnos los dientes o cocinar. No dejar el grifo abierto más tiempo de la cuenta puede suponer una reducción de varios litros de agua al mes.
Controlar la descarga de la cisterna del inodoro
Al tirar de la cisterna, el gran problema que existe es que, aunque no sea necesario, se descarga la totalidad de agua que se deposita dentro. Esto lleva a que cada vez que tiremos, utilicemos en torno a 5 litros de agua.
Esta cantidad puede ser excesiva para nuestras necesidades. Por ello, un truco muy útil es introducir botellas de agua dentro de la cisterna. Esto hará que no se llene totalmente y se tiren menos litros por tirada. Otra forma de ahorrar es adquirir inodoros que tienen dos niveles de carga, una que suelta toda el agua del depósito u otra que solo la mitad.
Usar el lavavajillas antes que el lavado de platos a mano
La mayoría de las personas piensan que el lavavajillas consume más agua que el lavado a mano, están equivocadas. El uso de un lavavajillas supone un ahorro del 9% de agua frente al lavado convencional. Además, la cantidad de productos de limpieza también se ve reducida.
Para que este ahorro sea el máximo posible, el lavavajillas debe utilizarse sólo cuando esté a máxima carga. Usarlo sin estar lleno supone reducir la eficiencia de consumo.
El riego, mejor automático
Es posible que tengas un jardín o plantas decorativas en tu casa. Utilizar el riego automático o por goteo te permite, además de despreocuparse, ahorrar muchísima agua en comparación con usar manguera o regadera. Además, este método de riego utiliza solo el agua que realmente necesitan tus plantas, evitando regar en exceso.
Por su parte, para que el ahorro sea aún mayor, es preferible programar el riego por la noche o al alba, dado que el calor del mediodía evaporará el agua y tus plantas no podrán aprovecharla.
Ducharse en vez de bañarse
Aunque un baño es un momento muy reconfortante y que alivia el estrés del día a día, para llenar una bañera se necesitan en torno a 230 litros de agua. Esto supone un consumo mayor que el de ducharse que ronda los 8-15 litros el minuto. Por tanto, si nos duchamos en 10 minutos, ahorramos 80 litros de agua.
Además, si a esto le añadimos el usar reductores de caudal (de los que hablaremos más adelante) la diferencia entre ducha y baño será mayor, y el ahorro será aún más alto.
Reutilizar el agua del aire acondicionado o la piscina
El aire acondicionado al usarse expulsa agua que, con un cubo, podemos guardar. Aunque no sirve para el consumo humano, se puede usar para lavar o para el riego. Esto supondría un ahorro importante y una optimización del agua que utilizamos muy importante.
Por otro lado, si tienes piscina, no es necesario tirar el agua cuando se acaba el verano. Si se tapa la piscina y se utilizan productos, como el cloro o la sal, dos veces al mes, ese agua puede mantenerse incluso para el próximo verano.
Incluir dosificadores o reductores de caudal en los grifos
Los dosificadores son unos productos de poco valor y fáciles de controlar que reducen la cantidad de agua que sale del grifo. Esto permite ajustar mejor el agua que utilizamos a las necesidades reales que tenemos.
La OCU estima que con la utilización de este producto se puede conseguir un ahorro de consumo de entre un 18% y un 47% como media. Cifras muy significativas para el reducido coste que supone.
Lavar las frutas y verduras con un bowl
En muchos hogares, y más ahora en tiempos del COVID, tras comprar frutas y verduras estas se enjuagan para limpiarlas antes de consumirlas. En este proceso, al igual que al lavar los platos, se suele usar más agua de la necesaria.
Para evitar el uso excesivo de agua, se puede utilizar un bowl grande y rellenarlo con agua una o dos veces y limpiar todas las verduras con ese agua. Esto es igual de útil para limpiarlas y con un consumo menor de agua.
No descongelar alimentos bajo el grifo
A la hora de cocinar, es posible que necesites descongelar algún alimento. Si vas con prisa, intentarás descongelarlo rápidamente poniendo bajo el agua caliente del grifo. Esto es un gasto innecesario.
Si quieres ahorrar en este sentido, lo mejor es planificar la comida que vas a necesitar y descongelarla con tiempo, usando primero el frigorífico y luego dejándolo fuera en la cocina para que se descongele completamente. Así, no necesitaremos ni un litro de agua y conseguiremos el mismo resultado.
Utilizar electrodomésticos de bajo consumo
Desde 1992, la Unión Europea obliga a los aparatos domésticos a incluir una ficha informativa y una etiqueta en la que figure información referente a su consumo energético y, en caso de necesitarla, al gasto de agua. Las etiquetas de mayor eficiencia son las que tiene la letra A.
Adquirir este tipo de productos reducirá el consumo de agua mensual por cada lavado de ropa o platos que realices. Un lavavajillas se considera eficiente si su gasto por lavado es inferior a 10 litros. Por su parte, para modelos de lavadoras de 5 Kg de capacidad, la eficiencia energética estaría por debajo de los 44 litros por lavado, mientras que para las de 7 kg el límite se establece en los 47 litros.
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Para ajustarnos a tus necesidades, nuestras sugerencias de inversión estarán basadas en tu perfil de riesgo, que nos indicará la composición de cartera que más te conviene (combinando renta fija de poco riesgo y variable de mayor riesgo).
Además, no es lo único que tendremos en cuenta. Para nosotros es esencial que alcances tus metas y por ello buscamos asegurar que llegues en el tiempo previsto. Por ello, nuestras recomendaciones se ajustarán al horizonte temporal que tengas. A mayor horizonte, se podrá configurar una cartera con más renta variable y viceversa. Esto es debido a los efectos del tiempo en la volatilidad de los activos financieros.
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